En el vertiginoso, deslumbrante y volátil mundo de la comunicación de marcas, donde la competencia es más feroz que el lobo y la atención del consumidor es un bien preciado (cada vez más), los mensajes de marca se convierten en la herramienta más poderosa para los negocios (da igual el tamaño o su trayectoría).
Hace siglos que los mensajes de marca dejaron de considerarse meras palabras, aunque todavía los haya que se resisten, los mensajes construyen identidades y dan forma a las historias que percibimos y nos relacionan con las marcas. En este contexto, de flipar, la creatividad para idear y crear estos mensajes de marca es esencial, dota a los mensajes de la chispa necesaria para destacar y grabarse en la mente de los consumidores (peña como tú y yo).
Que yo que me dedico a esto te diga que son muy mega imprescindibles, puede resultar poco objetivo, de acuerdo, pero ahora verás por qué lo son (ya vaya que sí) más allá de lo que yo crea u opine.
Los mensajes de marca, como te decía, ayudan a crear una imagen y una personalidad únicas para la marca. Su poder reside en modelar la percepción y posicionamiento de la marca, convirtiéndola en una entidad memorable y diferenciada.
Cada mensaje es una oportunidad estratégica para transmitir los valores y la propuesta de valor de la marca. La creatividad en los mensajes actúa como un catalizador que va más allá de lo esperado, generando una percepción positiva, atractiva y distintiva en la mente del consumidor (aquí hay incluso reacciones físicas y eso, ya te contaré otro día).
La habilidad de los mensajes de marca para motivar acciones específicas, como comprar un producto, visitar un sitio web o seguir a la marca en las redes sociales, es potenciada por la creatividad. La creatividad en los mensajes de marca actúa como el elemento diferenciador que impulsa a los consumidores a un compromiso más profundo. “
Vale, sigamos hablando de cómo la creatividad influye en la concepción de estos mensajes, incluso antes de que hayan sido tecleados o garabateados por la profesional creativa de turno en un momento de inspiración espectacular.
Vamos paso a paso observando esa influencia, ¿qué te parece?
Las marcas deben definir sus objetivos de comunicación antes de desarrollar mensajes para una comunicación efectiva, lo ideal es un objetivo por comunicación. Te prometo que a veces hay listas de objetivos para un correo más extensas que un inventarios de un Todo a 100.
Los objetivos pueden incluir aumentar el conocimiento de la marca, atraer nuevos clientes o promover la fidelidad de los clientes. La creatividad, en este contexto, se convierte en la llave que desbloquea soluciones no convencionales para alcanzar metas extraordinarias.
¿Creatividad en la identificación de públicos objetivo? Pues sí. Al ir más allá de los métodos tradicionales, permite descubrir segmentos inesperados y abordar necesidades latentes, llevando la comunicación hacia audiencias que podrían pasar desapercibidas. Ojo, que aquí no hay que caer en “yo es que quiero llegar a todo quisqui porque lo que ofrezco es la pera limonera”, aunque lo sea.
Las empresas deben identificar los públicos objetivo antes de desarrollar mensajes, si no es imposible que los mensajes sean relevantes para sus intereses y necesidades.
La consistencia en la identidad de marca es esencial, pero la creatividad es la que impulsa la innovación en la expresión. Esta herramienta permite romper con lo predecible y sorprender. Salirse un poquito de lo establecido en el flamante (estático e imperturbable) manual de marca, da un respiro y reaviva el espíritu (algunos demasiado marchitos) de la marca.
Importante: la identidad de marca se define junto a los mensajes clave. Copy y diseño de la mano, que esto no es un huevo y una gallina.
Aquí es donde la creatividad no solo se vuelve esencial, sino transformadora. Ir más allá de lo esperado, desafiando las normas establecidas, es lo que hace que los mensajes destaquen y lleven la comunicación de la marca a un nivel extraordinario.
Obvio, que diría mi hijo, los mensajes deben ser creativos y atractivos para llamar la atención de los públicos objetivo.
La creatividad no solo se limita a la generación de ideas; también se aplica a la evaluación de resultados. Las pruebas y mediciones creativas permiten identificar patrones inusuales y ajustar estrategias para lograr resultados excepcionales.
Las empresas deben probar los mensajes antes de publicarlos. La medición de los resultados ayudará a evaluar la eficacia de los mensajes.
Traigo adelanto del próximo artículo que escribiré en un mes aproximadamente, a contar desde el día siguiente de la publicación del actual.
No se trata de generar impactos incontrolables, pero sí de incorporar ideas creativas, idear campañas publicitarias originales, y apoyarse en el aspecto visual para hacer cosas muy molonas.
Le damos al storytelling, al branding visual a tope, y lanzamos los mensajes con bien de tambores y purpurina para que a nadie les pasen desapercibidos. Lo gordo es lograr esa conexión emocional que a veces se logra casi sin saberlo.
En publicidad se emplea la identificación de mil maneras, hacerlo a través de historias y mensajes con solera, casi es lo más sencillo (visto desde fuera, claro).
Mensaje que invitan a compartir desafíos que se enfrentan en grupo, un reto bestial que si se supera encumbrará a la marca y la llevará directa al corazoncito de su audiencia. La creatividad para idear este tipo de mensaje es fundamental.
Los mensajes nos llegan en diversos formatos y desde diferentes canales. La única manera de atinar es probar, errar, reintentar, evaluar, hacer, retroceder, etc.
En el complejo universo de la creación de mensajes para marcas (se sabe dónde empieza, pero nadie ha visto el final…), la creatividad no es solo una opción estética, sino una herramienta estratégica que impulsa la marca hacia resultados fuera de lo común.
Al seguir estos pasos, las empresas no solo se comunican, sino que crean experiencias memorables que trascienden las expectativas del consumidor. La creatividad se convierte así en la fuerza motriz que lleva la comunicación de la marca a niveles de alucine, construyendo no solo mensajes, sino experiencias que perduran en la mente de las personas.
Como profesional (entusiasmada) inmersa en la comunicación creativa, mi labor actual abarca desde la creación de conceptos creativos para campañas de conocidas marcas, hasta la creación de mensajes alineados con marcas marca que buscan una identidad propia. He colaborado con diversas marcas para concebir mensajes que no solo informan, sino que también cautivan y motivan a la acción.
La creatividad, desde mi perspectiva profesional (y personal como consumidora), impulsa la diferenciación y la autenticidad en la comunicación de marcas. La búsqueda constante de soluciones innovadoras y la adaptabilidad a un entorno dinámico son pilares base en mi enfoque de trabajo (sé que resulta algo pedante, pero es así).
