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En el vertiginoso, deslumbrante y volátil mundo de la comunicación de marcas, donde la competencia es más feroz que el lobo y la atención del consumidor es un bien preciado (cada vez más), los mensajes de marca se convierten en la herramienta más poderosa para los negocios (da igual el tamaño o su trayectoría).
Hace siglos que los mensajes de marca dejaron de considerarse meras palabras, aunque todavía los haya que se resisten, los mensajes construyen identidades y dan forma a las historias que percibimos y nos relacionan con las marcas. En este contexto, de flipar, la creatividad para idear y crear estos mensajes de marca es esencial, dota a los mensajes de la chispa necesaria para destacar y grabarse en la mente de los consumidores (peña como tú y yo).
Que yo que me dedico a esto te diga que son muy mega imprescindibles, puede resultar poco objetivo, de acuerdo, pero ahora verás por qué lo son (ya vaya que sí) más allá de lo que yo crea u opine.
Los mensajes de marca, como te decía, ayudan a crear una imagen y una personalidad únicas para la marca. Su poder reside en modelar la percepción y posicionamiento de la marca, convirtiéndola en una entidad memorable y diferenciada.
Cada mensaje es una oportunidad estratégica para transmitir los valores y la propuesta de valor de la marca. La creatividad en los mensajes actúa como un catalizador que va más allá de lo esperado, generando una percepción positiva, atractiva y distintiva en la mente del consumidor (aquí hay incluso reacciones físicas y eso, ya te contaré otro día).
La habilidad de los mensajes de marca para motivar acciones específicas, como comprar un producto, visitar un sitio web o seguir a la marca en las redes sociales, es potenciada por la creatividad. La creatividad en los mensajes de marca actúa como el elemento diferenciador que impulsa a los consumidores a un compromiso más profundo. “
Vale, sigamos hablando de cómo la creatividad influye en la concepción de estos mensajes, incluso antes de que hayan sido tecleados o garabateados por la profesional creativa de turno en un momento de inspiración espectacular.
Vamos paso a paso observando esa influencia, ¿qué te parece?
Las marcas deben definir sus objetivos de comunicación antes de desarrollar mensajes para una comunicación efectiva, lo ideal es un objetivo por comunicación. Te prometo que a veces hay listas de objetivos para un correo más extensas que un inventarios de un Todo a 100.
Los objetivos pueden incluir aumentar el conocimiento de la marca, atraer nuevos clientes o promover la fidelidad de los clientes. La creatividad, en este contexto, se convierte en la llave que desbloquea soluciones no convencionales para alcanzar metas extraordinarias.
¿Creatividad en la identificación de públicos objetivo? Pues sí. Al ir más allá de los métodos tradicionales, permite descubrir segmentos inesperados y abordar necesidades latentes, llevando la comunicación hacia audiencias que podrían pasar desapercibidas. Ojo, que aquí no hay que caer en “yo es que quiero llegar a todo quisqui porque lo que ofrezco es la pera limonera”, aunque lo sea.
Las empresas deben identificar los públicos objetivo antes de desarrollar mensajes, si no es imposible que los mensajes sean relevantes para sus intereses y necesidades.
La consistencia en la identidad de marca es esencial, pero la creatividad es la que impulsa la innovación en la expresión. Esta herramienta permite romper con lo predecible y sorprender. Salirse un poquito de lo establecido en el flamante (estático e imperturbable) manual de marca, da un respiro y reaviva el espíritu (algunos demasiado marchitos) de la marca.
Importante: la identidad de marca se define junto a los mensajes clave. Copy y diseño de la mano, que esto no es un huevo y una gallina.
Aquí es donde la creatividad no solo se vuelve esencial, sino transformadora. Ir más allá de lo esperado, desafiando las normas establecidas, es lo que hace que los mensajes destaquen y lleven la comunicación de la marca a un nivel extraordinario.
Obvio, que diría mi hijo, los mensajes deben ser creativos y atractivos para llamar la atención de los públicos objetivo.
La creatividad no solo se limita a la generación de ideas; también se aplica a la evaluación de resultados. Las pruebas y mediciones creativas permiten identificar patrones inusuales y ajustar estrategias para lograr resultados excepcionales.
Las empresas deben probar los mensajes antes de publicarlos. La medición de los resultados ayudará a evaluar la eficacia de los mensajes.
Traigo adelanto del próximo artículo que escribiré en un mes aproximadamente, a contar desde el día siguiente de la publicación del actual.
No se trata de generar impactos incontrolables, pero sí de incorporar ideas creativas, idear campañas publicitarias originales, y apoyarse en el aspecto visual para hacer cosas muy molonas.
Le damos al storytelling, al branding visual a tope, y lanzamos los mensajes con bien de tambores y purpurina para que a nadie les pasen desapercibidos. Lo gordo es lograr esa conexión emocional que a veces se logra casi sin saberlo.
En publicidad se emplea la identificación de mil maneras, hacerlo a través de historias y mensajes con solera, casi es lo más sencillo (visto desde fuera, claro).
Mensaje que invitan a compartir desafíos que se enfrentan en grupo, un reto bestial que si se supera encumbrará a la marca y la llevará directa al corazoncito de su audiencia. La creatividad para idear este tipo de mensaje es fundamental.
Los mensajes nos llegan en diversos formatos y desde diferentes canales. La única manera de atinar es probar, errar, reintentar, evaluar, hacer, retroceder, etc.
En el complejo universo de la creación de mensajes para marcas (se sabe dónde empieza, pero nadie ha visto el final…), la creatividad no es solo una opción estética, sino una herramienta estratégica que impulsa la marca hacia resultados fuera de lo común.
Al seguir estos pasos, las empresas no solo se comunican, sino que crean experiencias memorables que trascienden las expectativas del consumidor. La creatividad se convierte así en la fuerza motriz que lleva la comunicación de la marca a niveles de alucine, construyendo no solo mensajes, sino experiencias que perduran en la mente de las personas.
Como profesional (entusiasmada) inmersa en la comunicación creativa, mi labor actual abarca desde la creación de conceptos creativos para campañas de conocidas marcas, hasta la creación de mensajes alineados con marcas marca que buscan una identidad propia. He colaborado con diversas marcas para concebir mensajes que no solo informan, sino que también cautivan y motivan a la acción.
La creatividad, desde mi perspectiva profesional (y personal como consumidora), impulsa la diferenciación y la autenticidad en la comunicación de marcas. La búsqueda constante de soluciones innovadoras y la adaptabilidad a un entorno dinámico son pilares base en mi enfoque de trabajo (sé que resulta algo pedante, pero es así).
La comunicación es una parte esencial de cualquier negocio, ya sea grande o pequeño. ¿Por qué? Pues porque es la forma en que las empresas conectan con sus clientes, socios, inversores y otras partes interesadas. Sin ella, la empresa no puede aspirar a ser más que una forma jurídica sin pena ni gloria.
Lo que a veces se obvia, es que un plan de comunicación bien elaborado ayuda a las empresas a alcanzar sus objetivos de negocio y construir relaciones sólidas con sus públicos objetivo. Si lo tiene todo atado y bien atado, entonces sí, la empresa no pasará sin pena ni gloria, créeme.
La comunicación, así de forma general, es el proceso de compartir información entre dos o más personas (o seres). Puede ser verbal, escrita (aquí solo humanos) o no verbal.
Si hablamos de comunicación en un contexto de negocios, la comunicación se utiliza para transmitir mensajes sobre productos o servicios, marca, cultura empresarial, etc.
La comunicación eficaz es importante para las empresas porque:
Para integrar la comunicación en un plan de negocio, las empresas deben seguir los siguientes pasos:
La comunicación es una herramienta esencial para cualquier negocio que quiera alcanzar sus objetivos. Un plan de comunicación bien trabajado permite a las empresas conectarse con sus públicos objetivo, construir relaciones sólidas y alcanzar su éxito.
Para que tu plan sea redondo, recuerda:
Y ahora, si buscas ayuda profesional en esta parte tan importante de tu negocio y quieres que sea yo, chateemos.
No debería descubrirte nada si te digo que la comunicación de tu marca es fundamental para que logres el éxito en tu negocio. Tampoco si te confirmo que la comunicación digital es una herramienta clave para llegar lejos con tu mensaje y establecer las mejores relaciones con tu audiencia (colaboradoras, clientes, público en general, etc.).
Si acabas de pararte a pensar esto por primera vez, te recomiendo leer el artículo hasta el final y darte un paseo por los demás artículos de este blog, seguro que harás nuevos descubrimientos que te permitirán reforzar tu marca.
Ahora, voy a hablarte de 3 aciertos, más que demostrados, que las marcas logran a través de una comunicación estratégica y cuidada. Aciertos que les permiten conectar con sus audiencias y alcanzar sus objetivos de negocio. ¡Vamos con ello!
Lo sé, es complicado de verdad, pero no es imposible. Solo piensa en alguna marca que te guste, fíjate en cuáles son sus características principales, no es necesario ser minuciosa en esto, solo lanza palabras.
Voy con un ejemplo, elijo Fulton que es una marca londinense de paraguas. Conceptos que yo asocio: durabilidad, Londres, practicidad y elegancia accesible. Si voy a su web veo justo esto.
Si pienso en qué hace auténtica a esta marca, puedo pensar que el hecho de que sea una marca londinense de paraguas ya les otorga cierta autoridad (ojo a la imagen que hay tras este bloque). Si busco la relevancia, pienso que siempre hace falta un paraguas si llueve, y si hace viento, mejor que sea de calidad. Y Fulton me da eso, de hecho, tengo un Fulton de casi 10 años que está como nuevo y jamás se me ha girado en días de tormenta. Sé que no acabará sus días destrozado en una papelera de la calle.
Eso es lo que diferencia a esta marca, ahora haz el ejercicio pensando en tu marca, tu servicio o producto. Anota y busca el modo de resaltarlo en tu comunicación.
Los consumidores somos cada vez más exigentes. No nos basta comprar, queremos sentirnos a gusto con la compra. Por eso, es importante que las marcas, como la tuya, transmitan de manera clara y transparente. La transparencia también te hace ser auténtico.
Las emociones son el motor de la acción. Cuando una marca conecta con las emociones de su audiencia, es más probable que los consumidores se involucren con ella y tomen una acción.
Por eso las marcas sueñan con conectar con las emociones de sus audiencias, pero la mayoría no sabe cómo hacerlo. Creen que hay que despertar ciertas emociones y lograr la lágrima, y nada de eso. Sí que es importante contar historias que conecten con los sentimientos y experiencias del público, pero hay muchas formas de lograrlo.
¿Un ejemplo? Podría tomar cualquier ejemplo de alguna gran marca, el refresco de siempre o el automóvil de turno… pero me cansa ver ejemplos así. Voy a hablarte de una ONG, de Greenpeace en concreto.
Greenpeace hace una comunicación de impacto que no pasa desapercibida, y siempre busca remover, indignar, cabrear, porque motivos hay de sobra. Esto te puede llevar a colaborar o a unirte a su reivindicación, ojalá ambas.
Una comunicación directa, retadora y rebelde, valiente y heroica. Van más allá de las palabras, comunican con hechos.
Lo bien que suena y lo poco que se entiende. Sí, es importante ser una marca comprometida con la sostenibilidad, ser honestas, responsables y todo eso. Pero importa más transmitir ese mensaje y que sea un mensaje real, palpable.
Avanzamos, como consumidoras, hacia una conciencia más profunda sobre los impactos sociales y medioambientales de las marcas. Buscamos compromiso, queremos ser aliadas y no cómplices.
Veamos de qué forma se puede comunicar este valor con otro ejemplo, esta vez de Banbu. Una marca joven de productos naturales creados desde una mentalidad basada en lo natural, y algunos principios sostenibles. Si entras en su web el mensaje te queda claro desde el inicio con una comunicación perfectamente planteada. Incluso muestran un glosario de ingredientes y también enlistan productos que no utilizan.
Se trata de encontrar el modo de mostrar lo que eres, lo que ofreces, como marca, como ves las formas y voces son diversas y todas acertadas.
Conclusión:
Aplicando estos aciertos, las marcas crean una comunicación efectiva que les ayuda a conectar con su audiencia y alcanzar sus objetivos. Te recuerdo, que los objetivos de una marca que quiere perdurar, no son solo las ventas.
Si quieres saber más sobre cómo mejorar la manera en la que tu marca se relaciona con lo que la rodea y crear una comunicación que «convende», quédate cerca o suscríbete a la lista de correo aquí.
Entonces, ¿por qué no empiezas cuanto antes?
Esa sería la pregunta que me gustaría hacer a las personas que conozco. A las que no conozco también, pero podría encontrar más rechazo imagino.
¿Por qué esta pregunta? Pues porque opino que no somos conscientes de todo lo que estamos perdiendo por no poner en el centro esta herramienta tan potente que tenemos. Esto no lo digo yo, es algo más que comprobado, la comunicación es uno de los procesos más significativos de nuestra especie.
Entonces, ¿por qué la mayoría elegimos no prestarle atención y seguir viviendo de manera tan limitada nuestra vida?
Volvamos a la idea de que somos seres humanos que nos relacionamos, y de que la interacción con otras personas es algo habitual en nuestro día a día. A nos ser que hablemos de personas que viven en retiros o en otras circunstancias que les alejan de la “sociedad”.
¿Y si esa interacción tuviese como base una comunicación eficiente y empática? Pues el resultado, el efecto sería muy probablemente más adaptativo, adecuado y positivo. Y es ese resultado, esa consecuencia de la comunicación lo que hace que tenga una relación directa con el bienestar, con la salud emocional. En definitiva la buena comunicación nos hace más felices. Y al contrario, la mala nos hace infelices.
Para mí esto que te cuento es muy evidente, me baso en libros pero sobre todo en la experiencia. En mi día a día observo de forma meticulosa las interacciones y también, como no puede ser de otro modo, evalúo mi comunicación de manera constante. Y puedo afirmar que a través de la observación hasta este momento todo son constataciones.
Ahora, te voy a pedir que hagas una reflexión a través de un ejercicio sencillo. No se trata de interpretar un cuento ni una parábola, aquí no vas a encontrar ese tipo de contenido.
Piensa en una persona que conozcas y que cumpla al menos 4-5 de estas características:
Son 10, ojalá hayas pensado en alguien que cumpla casi todas. Dirá mucho de ella pero también de ti. Si no has encontrado a alguna persona así cerca, tranquilidad, tal vez no sea el momento de hacer esta reflexión. Espera unos días y vuelve, lo verás todo distinto.
Lo segundo que te pido es que pienses cómo sería tu vida si las personas que te rodean cumpliesen al menos 4 de esas características en todos los casos. Piensa en tus colegas de profesión, vecinos, familiares y conocidas.
¿Tu día a día sería igual?, ¿cuál sería tu estado de ánimo al finalizar el día?, ¿conciliarias del mismo modo el sueño?
Y para terminar, llega la pregunta. ¿Cuántas personas a tu alrededor pensarían en ti si leyesen esto y decidieran hacer este ejercicio?
Quiero decirte que sería muy feliz de leer en comentarios qué te ha parecido este ejercicio, si te ha sido útil o eres más de cuentos. Me servirá para ir adaptando contenidos y hacer que saquemos más partido de esto.
Puedes también contactar a través del formulario si no quieres que se haga público tu pensamiento, sugerencia o queja.
Te confieso algo antes de terminar, yo confío en que llegará el día en que seremos felices comunicantes ¿soy demasiado optimista?
Esta competencia tan importante determina la forma que tenemos de relacionarnos con el entorno y otras personas. Además es una habilidad clave para el desarrollo de la inteligencia.
Hace unos días chateando con una colega de profesión le pregunté qué tema relacionado con la comunicación le gustaría conocer mejor. Algo me decía que su respuesta me ayudaría en la elección de contenidos para mi blog. Fue todo un acierto.
Ella, que es tan amable como buena redactora, me dedicó un tiempo muy valioso y me comunicó diferentes temas que le interesaban.
Así que decidí dejar de lado mi planificación de contenidos para incorporar sus sugerencias. Confieso que también a mí me parecieron interesantes.
Esto me ha permitido actualizarme un poco estos días, investigar otro tanto y lograr una motivación distinta a la hora de escribir. Porque a veces, aunque tengas una enorme lista de ideas de contenidos para redactar, se hace necesario un poquito de “improvisación”.
Así que, allá vamos, te cuento algunas cosas sobre la imprescindible capacidad de observación, su relación con la comunicación y cómo la “explotan” algunas personas.
“Quien lee sabe mucho; pero quién observa sabe todavía más.”
Alejandro Dumas
La observación sigue siendo a día de hoy esencial para estudiar aquellos fenómenos que nos rodean. Me refiero a su uso en el método científico. Además, de ella surgen la mayoría de hipótesis que se plantean al inicio de cualquier estudio.
Es una de las herramientas de evaluación más empleadas en muchas ciencias. Permite el registro de datos, desde la objetividad necesaria para constatar de forma empírica los resultados. Si tomamos como ejemplo la psicología, comprobamos que la observación es fundamental en el estudio del comportamiento humano.
Antes de relacionarnos necesitamos conocernos a nosotras mismas y a nuestro entorno. Es así como se convierte en una habilidad clave de nuestro desarrollo desde que nacemos.
Si yo me observo, me conoceré. Así, las personas que más observan “hacia adentro”, son más capaces de realizar cambios en sí mismas y detectar sus mejoras.
Por ejemplo, alguien que observa en momentos en los que aumenta su ansiedad, será más capaz de detectar la situación que genera esa ansiedad. Del mismo modo podrá anticiparse y poner en marcha los mecanismos necesarios para reducirla. Es una capacidad que ayuda a la adaptación.
Una vez que me conozco puedo entender mejor lo que me rodea. Porque creo una imagen, como un mapa, que me permite moverme y relacionarme mejor. Me facilita mucho la vida y mi adaptación a los distintos contextos.
Observo a los demás para tomar decisiones a la hora de dirigirme a ellos, acercarme, entablar conversaciones, finalizarlas, etc.
Esa información que voy “buscando”, recibiendo y analizando me sirve para:
Cuanto más observo más “acierto” en mis valoraciones y mis hipótesis, pero eso no significa que lo haga siempre, ni mucho menos. Anticipar conductas ajenas solo es posible a través de un profundo conocimiento de la otra persona.
Y aún con eso, como se dice: “no sé qué haría yo en esa situación.”
Decía Carl G. Jung que las personas necesitamos cuatro funciones para comprender la realidad y relacionarnos con el medio: el pensamiento, el sentimiento, la sensación y la intuición. Definía la intuición como “una percepción a través del inconsciente”.
No voy a hacer un análisis profundo de este tipo de personas (ni de la teoría de Jung) pero sí voy a hablar de la forma de observar de quienes son “intuitivos”.
Partimos de que son personas que se fijan en el más mínimo detalle y le dan un valor subjetivo. Estas personas son capaces de escrutar la realidad que les rodea pero de un modo distinto.
Establecen relaciones o ven coincidencias imperceptibles para otros. Y esto les lleva a tomar decisiones que en ocasiones no saben bien cómo explicar. Porque no siempre se basarán en la realidad observable para otros.
Es como si sintieran que las cosas van a ir bien antes de que sucedan. O al revés, te advierten de que algo es mejor que lo evites porque intuyen que no funcionará.
Está claro que no son personas con el don de la adivinación, hablo de otra cosa.
¿Conoces a alguien así? Seguramente sea así, me encantaría que me contases en comentarios.
Qué bueno tener a estas personas cerca, ¿verdad?
Su capacidad de observar es también notable, hasta el punto que son capaces de discriminar gestos en los demás y averiguar sus intenciones o motivaciones.
Se les da bien interpretar el lenguaje corporal, deducen a través de este algunas emociones reflejadas, como pueden ser la tristeza, la preocupación u otras.
Esta habilidad también les ayuda a detectar cambios casi imperceptibles en el rostro de su interlocutor que les pueden dar pistas sobre la veracidad de un discurso.
Con la información extraverbal que reciben, adaptan su comunicación y les permite un acercamiento único a la otra persona. En ocasiones hacen sentir confortados a los demás por este motivo.
La empatía no es solo esto, pero sin esto no sería posible la empatía.
La probabilidad de que seas observador/a es alta si estás leyendo esto. Quienes se preocupan por mejorar su comunicación con las demás personas, muy a menudo lo hacen porque saben que eso les hará progresar. Creen que siendo mejores pueden aportar y mejorar el mundo. Ese deseo de contribuir a que las cosas funcionen, suele ser propio de personas inteligentes. Y las personas inteligentes son observadoras en su mayoría.
Si las siguientes afirmaciones te definen, en mayor o menor medida, puedes confirmar lo anterior:
Así que, ya que eres observadora, ¿qué te parece utilizar tu habilidad para ser más empática?
Otro día te hablaré de empatía y de “flexibilidad” en la comunicación. Dos habilidades que son imprescindibles para una comunicación real y única.
Mira que me gusta poco centrarme en los errores, prefiero destacar aciertos. Pero es importante que conozcamos los errores en la comunicación digital para aprender de ellos, y tratar de evitarlos si se puede.
Así que voy, con este artículo no optimizado a nivel de SEO, a explicarte cuáles son, según mi criterio y experiencia, algunos de los principales errores que pueden echar a perder la comunicación de tu marca (ojo que igual ya lo están haciendo).
Si te lo preguntas, mejor echa un ojo a la home de la web de CLQQ, te lo muestro de un modo muy ilustrativo e interactivo, y lee también los demás artículos del blog.
En cualquier caso, te cuento que la comunicación digital es fundamental para el éxito de las marcas en la era digital. Y la era digital es ahora, Future is Now y esas movidas.
Entonces, vamos a evitar cargarnos la imagen de nuestro negocio por fallos que pueden afectar negativamente a su reputación y son evitables. Y ojo, que esto aplica a lo digital y físico, o fÍgital que pueden decir algunas personas.
Me los encuentro una y otra vez, como si no fuese algo evidente para la mayoría. Pero es que, claro: no tengo tiempo, hago lo que puedo, descargué unas plantillas y..., yo no sabía, es que me lo hizo noséquién y yo no supe decirle, etc.
¡Hasta aquí de excusas! Si tienes lo que voy a contarte presente de ahora en adelante y aplicas energía para solventarlo, verás cómo tu estrategia de comunicación comienza a adquirir otro lustre.
Pista: cada uno de estos errores tienen mucho que ver con los elementos de la comunicación, ¡sorpresa!
Uno de los errores más frecuentes es la falta de coherencia en el mensaje transmitido a través de los diferentes canales digitales (y físicos). Es importante que las marcas mantengan una identidad consistente y una voz clara en todos sus contenidos. Evitar contradicciones y mantener la coherencia ayudará a construir una imagen sólida y confiable.
La cosa es, si tienes unos valores reales, no de copia y pega o creados por una inteligencia artificial, deben ser visibles en cada comunicación de tu negocio. Incluso en el felpudo de entrada a tus oficinas, por exagerar (y comprobar que estás leyendo esto).
¿Te suena lo de humanizar la marca? Pues imagina que tu marca fuese una personita que según donde esté actúa de manera completamente diferente.
La comunicación digital, más en redes, implica una interacción constante con la audiencia (seguidores, comunidad, etc.). Ignorar sus comentarios o responder de manera inadecuada a las críticas daña (tremendamente) la reputación de la marca. Es esencial prestar atención y responder de manera oportuna y respetuosa, tanto a los elogios como a las quejas, mostrando interés y empatía. No se trata de ser la marca que pone la otra mejilla siempre, pero sí de ser la marca asertiva y empática que toda persona consumidora desea conocer.
Este error es tan frecuente que si me diesen un euro cada vez que lo menciono podría contratar una suscripción al National Geographic hasta mi jubilación.
En redes sociales, sobre todo, sin interacción es IMPOSIBLE el crecimiento orgánico.
El contenido de calidad es clave para captar la atención (atraer) y mantener el interés de la audiencia (fidelizar). Un error común es descuidar la calidad del contenido y centrarse únicamente en la promoción de productos o servicios. Es importante ofrecer contenido relevante, útil y entretenido que aporte valor a las personas que llegan a tu marca y fortalezca la relación con ellas.
El contenido de valor no es fácil de crear, tener claro lo que es ya lleva tiempo y esfuerzo, así que no te frustres y continúa.
Cada canal digital y formato de contenido requiere una adaptación específica. Un error común es utilizar la misma estrategia y enfoque para todos los canales sin considerar las características y preferencias de la audiencia en cada uno. Es fundamental adaptar el mensaje, el tono y el formato para aprovechar al máximo las capacidades de cada canal.
A ver, todo es matizable, pero lo que está claro es que si me pongo a compartir bailes de tendencia en LinkedIn lo mismo me critican. O si convierto mis post de Instagram en artículos informativos megaextensos puedo perder seguidores.
La comunicación visual desempeña un papel fundamental en la era digital. No aprovechar el poder de la imagen es un error que puede afectar la efectividad de la comunicación. Incorporar imágenes, gráficos, videos y otros elementos visuales atractivos puede mejorar significativamente el impacto y la memorabilidad de los mensajes.
Pero por favor, de calidad. Que luego llegas a un feed en Instagram de una reconocida marca internacional y te da un patatús. Hay que invertir tiempo y dinero en aquello que no es nuestro fuerte. Porque de otro modo, corremos el riesgo de perder demasiado tiempo en unos resultados que no son efectivos.
Y de nuevo, coherencia en los mensajes que transmitimos visualmente, que estar contratando profesionales y agencias distintos para cada campaña nos desbarata la coherencia en un pliqui si el brief no explica bien el brand y se hace un poco todo ball.
En mi caso, invierto en diseño siempre que puedo y me aseguro de que la profesional en la que confío comprende bien mi mood, style, why y how.
La comunicación de marca efectiva no es algo que se obtenga de manera espontánea y es crucial para el éxito de las marcas. Ha sido siempre así, la cosa es que “ahora” (como si se acabase de descubrir internet y no llevásemos décadas con esta vaina) hablamos de la comunicación en entorno digital.
Pero vaya, que interactuar, ser coherente, ofrecer valor, cuidar las formas y adaptarse a los diferentes canales y audiencias te ayudará a mejorar, siempre.
Hoy vamos a hacer un artículo de texto libre, como cuando en el colegio teníamos que hacer redacción libre, pues así.
Tampoco habrá mucha revisión ni modificaciones, por ser fieles al concepto de redacción en el entorno de clase, donde no había diccionarios ni mucho menos correctores.
Así practicamos un poco y, en cierto modo, volvemos atrás en el tiempo. En cierto modo, imaginaré que esto es una máquina de escribir, sin más, no una máquina con X memoria, velocidad de procesamiento Y, ni otras complejidades.
Ya sí, vamos, así, en bruto y sin tener en cuenta al SEO ni la legibilidad, a ver qué sucede...ya nos dirán las estadísticas o tu feedback.
En CLQQ tenemos una forma muy nuestra (peculiar incluso) de entender la comunicación de marcas. Será por el pasado que traemos a las espaldas, seguro. En resumen, la entendemos como «simple» comunicación, así, entre humanas, lo que siempre se ha conocido como proceso comunicacional o relacionarse con el mundo a través del lenguaje, sí, incluyendo gestos e imágenes.
Por eso a nadie sorprende que no creamos en una comunicación que ignore este aspecto natural, animal y evolutivo. Ni que creemos comunicaciones completas, que estén preparadas para salir al mundo, relacionarse con él, mejorarlo, si es posible, y convivir en él. No creemos en comunicaciones que luchan desesperadamente por su supervivencia, y menos que se basen únicamente en la venta, creemos en aquellas que saben que son parte de, y que permanecerán lo suficiente o lo que deseen, pero con esfuerzo.
Pues una marca necesita conocer cuál es su sentido, por qué ha salido al mundo, qué quiere lograr y qué se puede esperar de ella. Sin eso, ¿qué va a comunicar?, ¿quién la conocerá?, ¿qué futuro puede esperarle?
Por eso en CLQQ hacemos una enorme inversión de tiempo y recursos en investigar y definir todo eso. Y vamos más allá, porque claro, si una marca solo viene a hablar de su libro, ¿quién querrá pasar parte de su vida con ella?
Entonces, pensemos a quién beneficia su por qué, quién recibirá con ojos brillantes a esa marca en su vida, ¿qué personas recomendarán sin dudar sus bondades al mundo?
Fantástico, una marca tiene que tener voz, una personalidad, algo que permanece en el tiempo, algo que va más allá de ti, lo que le da identidad propia. Porque claro, esa marca no está sola, ya vinieron otras antes, y las que están a punto de llegar no son pocas. Aunque el nicho sea ultra específico y mega exclusivo. Así que, toca darle voz, ponerle palabras a su mensaje único. De otro modo no podrá contarle al mundo su propuesta de valor. Y, lógicamente, nadie la escuchará entre tanto ruido y llamadas de atención de otras marcas que ya definieron su voz y la llevan tatuada.
Ni hablar, hay mucho más. Hay que tomar decisiones, siempre, y asegurarse de que la marca es íntegra de inicio a fin, de cabo a rabo, en cada saludo, en cada mensaje, el que contesta y el que no contesta. Ay sí, eso es comunicar. Hay que hacerse responsable, porque la marca será independiente, pero necesita de personas para crecer sin salirse del tiesto. La marca ya no te pertenece, se pertenece, y pertenece a quienes la acogen en su vida. Así que más vale que no trates de cambiarla mucho sin motivos objetivos que estén en línea con su voz, puedes liarla mucho. Mira Instagram que dejó de lado la fotografía por el vídeo y le cayeron críticas infinitas.
Conócela, ámala, no la juzgues, de otro modo no podrás hablar de ella ni acompañarla en el camino que tiene por delante. No tengas expectativas que se conviertan en frustraciones, no proyectes tus dudas y miedos en ella, deja que nazca, que lata, que se relacione y forje su carácter. Y cuando logres definir su voz, cuando ya no te necesite para cruzar la calle, entonces, hazte a un lado, así brillará y tú podrás mirarla con orgullo y seguir aprendiendo de ella.
La marca tiene que sobrevivir a su creadora, es su legado.
Sabemos que este artículo se te queda corto, no hemos hablado del modo en que se comunicará tu marca, cuáles son los mejores canales, tampoco te hemos explicado la importancia de conocer a quién quiere comunicar y el qué, y cómo todo eso debe ir conformando su identidad (visual también), o cómo su voz admite variaciones de tono, porque también tiene estados de ánimo y emociones que expresar...
Por eso te animamos a quedarte, suscribirte y conocer más, ¿qué nos dices?
A veces recuerdo cómo era mi comunicación hace unos años y me parece mentira todo lo que ha cambiado y cómo, de este modo, he mejorado mi relación con lo que me rodea. Todo esto me permite conocerme un poco mejor y tener mayor bienestar emocional.
También pienso en el camino por recorrer y en que ello me traiga una vida todavía mejor.
Hoy quiero hablarte de la empatía, una cualidad o habilidad de la que se habla en ocasiones de manera superficial o poco acertada. Te contaré el origen y desarrollo de su significado, qué implica y qué puede permitirte lograr a nivel de comunicación. Y haré un recorrido sobre las diferentes teorías que han abordado la empatía como constructo íntimamente relacionado con el desarrollo de la personalidad y la relación con las demás, entre otras cuestiones.
Voy a permitirme empezar diciendo lo que no es empatía, no se trata solo de ponerse en el lugar del otro y listo. Ojalá fuese tan sencillo. Decir que esto es la empatía es como decir que alguien que escucha sin interrumpir ni intervenir hace escucha activa.
Ahora sí, vamos con lo que sí es la empatía, para que entendamos el porqué del inmenso poder que tiene en diversos contextos y por qué su estudio se mantiene muy activo año tras año desde diversas áreas y campos de estudio como son: la educación, la atención a la salud o los entornos organizacionales.
La palabra empatía proviene etimológicamente de su raíz griega ∏αθεûv, epathón, sentir, y del prefijo εv, preposición que significa dentro.
El término “empathy”, significaba para Tichener (1909) inicialmente algo como “sentir adentrándose en el otro, compenetrarse”.
Continuemos con algunas teorías que pueden ayudar a comprender mejor este concepto.
Por supuesto, voy a hablarte de Freud. Él estudia los conceptos de empatía e identificación. Para Freud el “animal humano” tiene el deseo de identificarse para construir su estructura personal, ello, yo y superyó. Para evitar la ansiedad que le produce no tener desarrollada la personalidad. Le resulta más fácil al modelar la conducta en comparación con la de otro ser humano.
Según Freud, el éxito de nuestras identificaciones durante los primeros años de vida nos permite adquirir un sentido de nuestra propia identidad. Al contrario, no contar con referentes o no realizar estas identificaciones nos impide lograrlo.
La teoría de Role-Taking de G. Mead incorpora la importancia de la influencia de los factores sociales y las relaciones interpersonales. Los canales de comunicación de este proceso empático, son cognitivos y no dependen de la imaginación.
Se trata de sentir lo que siente la otra persona de un modo más cognitivo que emocional. Sucede porque nos interesa conocer las ideas de las personas que nos rodean y qué imagen tienen de nosotras, así podemos anticiparnos a sus comportamientos y comprenderlos mejor. Al mismo tiempo nos facilita la tarea de auto-comprendernos. En estos procesos el lenguaje y la comunicación son piezas fundamentales.
J.L. Moreno (1914) considera la empatía como habilidad social:
“Un encuentro de dos frente a frente; y cuando tú estés cerca, yo tomaré tus ojos y en su lugar colocaré los míos, y tú tomarás mis ojos, en su lugar pondrás los tuyos; entonces yo miraré en ti con tus ojos y tú mirarás en mí con los míos”.
Belleza absoluta en esta definición, no creo que sea posible describirlo mejor.
Otros autores consideran la empatía como una capacidad innata.
Para Ferenczi, discípulo de Freud, la habilidad empática reside en el subconsciente. Toda persona tiene una potencialidad innata para la sensibilidad empática, independiente de la experiencia consciente.
Para Adler la empatía nace de ese sentimiento innato de carácter social, por el cual podemos conocer los sentimientos ajenos.
Con frecuencia las personas empáticas tienen una relación especial con lo que les rodea. Si has leído todo lo anterior te será fácil identificar a personas de tu entorno que poseen esta cualidad o habilidad interpersonal.
No existe un tipo o perfil específico, lo lamento, pero sí un conjunto de competencias que les hace posible esa comprensión de la otra persona y esa interpretación tan ajustada a su realidad.
Algunas de esas competencias, para mí las 3 principales son:
Parece que el mejor modo de desarrollar la empatía es tener la intención y la atención necesaria. El primer paso es tener una visión abierta a lo que te rodea. Dejar de lado el prejuicio, ser tolerante y tener respeto hacia las demás.
Asumir que no se sabe todo ni se está por encima de los demás es requisito imprescindible, para mejorar en empatía y, en general, como “animal humano”.
Una sociedad en la que la empatía es considerada un valor y se alimenta, será a la fuerza una sociedad cohesionada. Los problemas ajenos se viven como propios.
Te pongo un ejemplo de esto que me sucedió hace unos días.
Estaba leyendo una publicación de una red social en la que la autora opinaba sobre una campaña del cáncer de próstata. En el cartel aparecía un hombre y el mensaje era algo así como “esto sí es cosa de hombres”. Puedes imaginar que el área de comentarios era todo un partido de pin pon en cuanto a opiniones y respuestas.
¿Sabes qué pensé yo? Lo importante de ese anuncio para mí era que de nuevo se pintaba la situación problema como de una parte de la población, cuando la realidad es que un cáncer, sea cual sea el tipo, afecta y devasta todo lo que le rodea.
Así que, es cosa de todas y todos, combatirlo, afrontarlo, luchar para que se invierta en investigación, reivindicar los derechos de quienes lo han padecido y tienen secuelas, cuidar de los menores que perdieron por él a sus mapas y papás, etc. Eso puede ser empatía, porque está claro que aquí no es ponerse en el lugar del otro, yo jamás podré sentir ni de cerca lo que sufre una persona con cáncer, sea hombre o mujer.
Podemos no estar de acuerdo con esto, lo sé.
La empatía implica tener una visión global de las cosas que va mucho más allá de mí y mis circunstancias, y eso a veces puede ser algo duro, te lo explico mejor a continuación.
Si entendemos la empatía como indicaba al principio, como una especie de don que te permite tomar el cuerpo y la mente de otra persona, o ponerte en su lugar de un modo literal, imagina el sufrimiento. Por suerte, la empatía es otra cosa y no tiene porqué suponer un problema. No, no se es demasiado empático igual que no se es demasiado buena persona ni cosas del estilo.
Así que no temas aumentar y mejorar tu empatía, te permitirá alcanzar más éxitos que otra cosa. Y, si te soy sincera, pienso que temer sufrir por ser demasiado sensible a las penas ajenas es una especie de excusa para no atreverse a sentir.
Olmedo Carrillo, P. y Montes Berges, B. (2009). Evolución conceptual de la Empatía. Departamento de Psicología. Universidad de Jaén.
Ribes, E. (2018). El estudio científico de la conducta: una introducción a la teoría de la psicología. El Manual Moderno.
La última vez que nos vimos te dije que en el siguiente artículo te daría una check list con los errores más frecuentes en comunicación.
Y hoy es el día. En concreto me voy a centrar en conductas que impiden la escucha activa, que para mí es el mejor ejemplo de la buena comunicación.
Así pues, si lees y aplicas, vas a mejorar tu comunicación. Lo lograrás revisando los puntos débiles y convirtiéndolos en puntos de mejora.
Hace un mesecito compartí este artículo en el que te expliqué cómo a través de 3 sencillos (que no simples) pasos puedes comenzar a mejorar tu comunicación y disfrutar de los resultados en un corto plazo.
Espero que los hayas puesto en práctica y los refuerzos hayan comenzado ya a hacerse notar. Si no es así, te animo a que lo hagas para comenzar a disfrutar de la experiencia de comunicar lo que quieres.
Te recuerdo estos 3 pasos, de forma resumida, para ampliar ya sabes dónde ir:
Aquí tienes la lista de errores frecuentes prometida. Me gustaría que la revisaras y comprobaras si hay semejanzas con tus listas (paso 2).
Escríbeme si tienes alguna duda o quieres que amplíe la información sobre algún concepto.
Te habrás dado cuenta de que muchas de las conductas inadecuadas que habías pensado en relación con esas personas con las que te cuesta comunicarte, están contenidas en la lista.
Además, puede que alguna se repita y que sea la que menos toleras o más te cuesta dominar.
Te confieso que el error que más cometo es el de estar a otra cosa y no prestar la atención adecuada. Y el que menos tolero en mi interlocutor/a es … el mismo.
Como siempre, espero que te haya servido lo que hoy te comparto. Ya sabes que seré feliz de saber si pones en práctica estos consejos y si comienzas a observar los resultados.
El próximo artículo que compartiré tratará sobre el modo en que realizar una comunicación asertiva mejora nuestro bienestar emocional.
Vas a comenzar a relacionarte de una forma más eficiente y a sentir cómo eso te hace más feliz.
Hoy voy a acercarte un poquito al mundo de la comunicación interpersonal y en concreto a cómo mejorarla. Partiendo de la base de que siempre nos podemos comunicar mejor, pues el punto de partida suele ser, digamos, regular. Que no digo que estemos al nivel de “la empanadilla de Móstoles” no es eso, pero siempre hay puntos de mejora.
Así que, como sé que ser feliz es tu objetivo y comunicarse toca sí o sí, sigue leyendo que comienzo.
Como ves son 3 pasos básicos, pero no sencillos, lo sé. Y los tres son igual de importantes por lo que tienen que darse todos y ser consecutivos para lograr el cambio.
Este ejercicio de conocerte y analizar tu forma de relacionarte con los y las demás te va a permitir detectar esas fisuras comunicativas y empezar a reparar. Te adelanto que la reparación ya te va a aportar unos pellizcos de felicidad, por el esfuerzo y los logros que conseguirás.
En el siguiente artículo compartiré unas check list con los errores más frecuentes en comunicación, pueden servirte para seguir conociéndote y mejorando (para no perdértelo puedes suscribirte). Este es sólo el principio, esas tres personas son tu prueba piloto, después querrás revisar más, te lo aseguro.
Espero que te haya servido lo que hoy te comparto. Estaría feliz de saber si lo vas a poner en práctica, o lo has hecho ya, así que coméntame o escríbeme.
Hoy vengo a hablarte de la redacción digital como parte indispensable de la estrategia de comunicación de tu negocio online y offline.
Y antes de continuar te confieso que voy a realizar este artículo empleando textos propios ya publicados en mis cuentas de redes sociales. ¿Por qué? Pues porque esas publicaciones tuvieron buena acogida entre mi audiencia. Y mereces tener acceso a esta información que para muchas personas ha sido útil. También lo hago porque las redactoras hacemos reciclaje de contenidos, sobre todo las que somos redactoras sostenibles y conscientes. Otro día te explico mejor sobre esta técnica que tan importante es para las creadoras de contenidos, para no extenderme más hoy.
Para comenzar voy a explicarte cuáles son algunos de los objetivos que pueden lograrse a través de la redacción digital y que puede que no conozcas. Finalmente te daré los motivos principales por los que contar con un/a profesional de la redacción digital.
Lo uno y lo otro no dejan de ser aspectos que tienes que tener en cuenta si quieres lograr una buena comunicación, crear tu propia voz y dejar huella.
Si te dedicas a la redacción esto puede servirte de apoyo en los momentos en que estés preparando propuestas a clientes o quieras realizar una presentación clara y directa. Si no te dedicas a la redacción, pero estás pensando en iniciarte, te permitirá hacerte a la idea del por qué de esta profesión nuestra. Si “ni eres ni quieres” pero necesitas una redactora, te servirá para valorar los pros y tomar una decisión acorde a tus expectativas. Y bueno, si has llegado aquí y no sabes de qué va la cosa, quédate que serán 7 minutos y lo mismo aprendes algo interesante. Porque esto aplica a la comunicación digital pero también a la no digital.
Objetivos y motivos, que confluyen a menudo en las estrategias de comunicación y, de hecho, lo ideal es que así sea. Estos fines comunicativos de algún modo ponen en relieve la importancia de contar con un/a profesional con este perfil a la hora de trabajar el marketing de contenidos. Lo vas a comprender en seguida.
Comenzando por lo básico, la redacción digital está en la base de la comunicación digital de las marcas, no lo olvides. Y todo/a profesional de la redacción escribe acorde a una estrategia previamente definida. Es decir, hay un por qué tras cada publicación en redes sociales, email, artículo, seminario web (webinar), guion de vídeo o texto para web. Sí, no solo de post vive la redacción.
Cinco objetivos que se cumplen gracias a nuestros textos:
Los motivos para contratar a una redactora digital son más, muchos más. Estos 7 son los que más relevantes me parecen y que creo que debes conocer.
Primero. Necesitas transmitir información de tu negocio. La información en el medio digital suele ser escrita, en la base o en la superficie. La audiencia la lee. Si lo que lee no le gusta, se va.
Segundo. Nuestros textos provocan una reacción en quien los lee. Se ajustan a lo que necesitas en función de tu cliente, tu objetivo y tu estrategia. Una redactora no solo escribe. Creamos contenidos que atraen, a golpe de palabra. Que educan y entretienen. O que hacen sentir y despertar sensaciones y emociones.
Tercero. Conocemos el medio digital y crecemos con él, además de redactar y crear contenidos. Conocemos las distintas plataformas y nos adaptamos a ellas. Contenidos en tendencia y acordes al contexto. Nos movemos como peces entre webs y redes.
Cuarto. Nuestra escritura es casi perfecta, pero lo mejor es que conecta y crea recuerdo de marca. Porque no querrás ser un negocio más vertiendo textos que no impactan, de esos “del montón”.
Quinto. Somos parte del equipo de marketing o el equipo de marketing. Podemos aconsejarte y asesorarte. Apoyar tu estrategia de contenidos o ayudarte a crearla. Planificación y objetivos son nuestros fieles aliados.
Sexto. Adoptamos los tonos comunicativos como camaleonas expertas. Me refiero al tono de tu marca, de tu negocio o el tuyo propio.
Séptimo. Y el último y para mí más importante: tenemos latido e inteligencia natural. Somos humanas. Podrás establecer una comunicación única y tener la coordinación que necesites con nosotras.
En definitiva, sin redactoras no hay buenos textos, sin buenos textos no hay estrategia que valga y sin estrategia no hay resultados. Así que si quieres resultados cuenta con nosotras.
